Susan Sontag - Sobre la fotografía (Capítulos I y II)
Susan Sontag photographed in her New York City apartment by Jill Krementz, November, 18, 1974.
S. Sontag, a través de un ensayo, presenta el significado de la fotografía así como la evolución desde su inicio (1839), hasta épocas contemporáneas. Argumenta cómo la acción de capturar imágenes con una cámara fotográfica se ha vuelto un "nuevo código visual, gramática y ética de la visión".
Pareciera que el mundo puede estar a nuestro alcance de una manera más rapida, creando una antología de imágenes. "Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo". Es capturar la experiencia, la vivencia, el anhelo y la nostalgia que desprende el hecho de verlas (las fotografías). Es una fuente de conocimiento, y por ende, de poder.
La fotografía es un acto de interpretación. Hay que tener en cuenta que a veces se distorisona la imagen real, pero siempre queda la suposición de que existe (o existió). En pocas palabras: la fotografía es una interpretación del mundo tanto como las pinturas y los dibujos.
En estos tiempos, la fotografía se ha tranformado en una diversión casi tan cultivada como el sexo y baile; así como una proteccion contra la ansiedad y un instrumento de poder.
Cuando la fotografía empezó a ser usada popularmente, los primeros objetivos eran capturar momentos y logros familiares, posteriormente, el turismo. De esta manera se puede decir que la fotografía se transforma en un rito cuyo propósito es certificar la experiencia y rechazarla al mismo tiempo: cuando esta experiencia se convierte en un recuerdo.
Sontag sugiere una analogía muy peculiar al momento de decir que: fotografiar implica una agresión. Por lo tanto, al fotógrafo se le ve como una especie de voyeur. Consodera que fotografiar personas es violarlas, porque se les ve como jamás se ven a sí mismas, se les conoce como nunca pueden conocerse; transforma a las personas en objetos que pueden ser poseídos simbólicamente.
Cuando sentimos miedo, disparamos. Pero cuando sentimos nostalgia, hacemos fotos.
Hacer fotografía es esencialmente un acto de no intervención. Tener un interés en las cosas tal y como estan, ser cómplice de todo lo que vuelva interesante algo, digno de fotografiarse, incluido, cuando ése es el interés, el dolor o el infortunio de otra persona. Las cámaras son máquinas que cifran fantasía y crean adicción. Los usos talismánicos de las fotografías expresan una actidud sentimental e implícitamente mágica; son tentativas de alcanzar o apropiarse de otra realidad. Las fotografías pueden ser más memorables que las imágenes móviles, pues son fracciones de tiempo nítidas, que no fluyen.
Las imágenes anestesian. Las peculiares cualidades e intenciones de las fotografías tienden a ser engullidas en el phatos generalizado de la añoranza. El tiempo termina por elevar casi todas las fotografías, aún las más inexpertas, a la altura del arte. La cámara atomiza, controla y opaca la realidad.
Hoy todo existe para culminar en una fotografía.
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